Actuar enérgicamente contra el comercio ilícito

 

Facilitar el comercio significa facilitar el comercio legítimo. Sin embargo, el caos actual en el que se encuentra sumido el mundo ha servido de música para los oídos de los traficantes ilícitos, que operan con mayor eficacia cuando la vida es inestable, la demanda es persistente y la atención de las autoridades se prioriza en otra parte. No es de extrañar, pues, que el comercio ilícito esté floreciendo en la actualidad, y el ecosistema aduanero tendrá que abordarlo de forma innovadora.

 

Las redes delictivas se han adaptado rápidamente a las oportunidades ofrecidas desde el inicio de la pandemia, mientras que las mercancías mal declaradas siguen siendo un escollo especial para las autoridades. Las nuevas leyes aduaneras en Europa, como Atlas-Impost, en las que los pequeños envíos con un valor inferior a 22 euros están ahora exentos del impuesto de importación y no tienen que declararse, añadirán más vías para el engaño. Además, el auge del comercio electrónico ha desorientado a las autoridades que lidian con nuevas consideraciones de cumplimiento y seguridad (ESG), y a pesar de una industria de autentificación incipiente junto con la mejora de las normas, las mercancías falsificadas también han adquirido nuevas formas de sofisticación.

 

Para abordar esta cuestión, corresponderá a las estrategias aduaneras rastrear las pautas y los puntos débiles de los actores de mala fe. Se espera que en 2023 un enfoque basado en los datos digitales, centrado en la aplicación de métodos sistemáticos y ampliables para sacar a la luz el comercio ilícito, permita hacer frente y a este creciente problema.

 

Hacer frente a la recesión económica

 

Cada vez está más claro que el mundo se dirige hacia una recesión. Y cuando el mundo está en recesión, las prioridades cambian, los presupuestos se recortan y las empresas entran en modo de supervivencia, gastando donde es absolutamente necesario y protegiendo los márgenes de todas las formas posibles.

 

 

Este comportamiento se dejará sentir a lo largo de la cadena de suministro. Con la oferta superando ahora a la demanda, los economistas sitúan en un 70% las posibilidades de recesión en EE.UU., y esto afectará significativamente a las partes superiores de la cadena de suministro en tres áreas principales.

 

En primer lugar, es probable que la capacidad de recuperación se vea comprometida en medio de la presión por reducir costos, ya que la capacidad de los operadores para superar acontecimientos impredecibles en la cadena de suministro disminuirá, lo que provocará un aumento de las interrupciones. Aunque los gobiernos seguirán decretando sanciones en medio de la agitación geopolítica, la carga de mantenerlas recae actualmente en el sector privado.

 

Pero dado el clima económico actual, las empresas ahorrarán costos con menos diligencia hacia el cumplimiento y la alineación normativa, lo que en última instancia afectará más a la calidad del producto y al consumidor final. Una recesión económica también creará naturalmente un retroceso en la innovación, lo que significa que la capacidad del ecosistema para seguir desarrollando tecnologías que optimicen los procesos probablemente pasará a un segundo plano en 2023. Por lo tanto, el papel de los gobiernos en el mantenimiento de una cadena de suministro saludable estará aún más justificado.

 

Acabar con la explotación laboral

 

Aunque las prácticas de explotación laboral en las zonas en desarrollo del mundo, incluido el uso de mano de obra forzada e infantil, no son un fenómeno nuevo, constituyen uno de los obstáculos más difíciles de superar para facilitar el comercio legítimo. A pesar de las diversas medidas puestas en marcha a lo largo de los años para abordar la cuestión, ésta ha eludido en gran medida su aplicación efectiva. Por eso, 27,6 millones de personas son actualmente víctimas del trabajo forzoso, de las cuales 3,3 millones son niños. Parte de la dificultad ha consistido en desentrañar las complejas cadenas de suministro, en las que pueden ocultarse prácticas de explotación.

 

El sector de las materias primas es un ejemplo perfecto: El cobalto es crucial para las baterías de iones de litio e impulsa el creciente cambio del mundo hacia la electricidad, cuya mayor parte procede de la República Democrática del Congo (RDC). Gran parte de las explotaciones mineras del país se llevan a cabo en minas artesanales improvisadas, operaciones informales a pequeña escala que a menudo utilizan a personas vulnerables junto a niños de tan sólo siete años que minan a mano. Los mineros artesanales congoleños suelen ser propietarios de estas minas sólo de nombre, ya que las grandes empresas subsidiarias suelen ser las verdaderas explotadoras de las minas y de las condiciones inhumanas.+

 

Más aún, el desafío para las aduanas puede llegar a ser aún más desalentador en 2023; es probable que se realicen menos pruebas a medida que se reduzcan los recursos, mientras que el aumento del número de sanciones difíciles de aplicar pondrá el verdadero cumplimiento aún más fuera de su alcance. Para ello, debemos asegurarnos de que podemos ver toda la cadena de suministro y conocer a todos los actores a lo largo del camino para no pasar por alto ningún componente. Aquí es donde la tecnología de investigación digital permite iluminar las zonas grises dentro de las complejas cadenas de suministro, ayudando a las aduanas a analizar con mayor visibilidad otras partes desconocidas y más explotadas del trayecto de producción.

 

Estar al día con el panorama de la entrega

 

Parte de la optimización de la facilitación del comercio requiere mantenerse al día con la naturaleza cambiante de los comportamientos de los consumidores actuales. Aunque muchos han regresado a la calle principal tras un breve periodo de hibernación forzada, muchos consumidores seguirán comprando desde casa, con mayores expectativas de entrega a domicilio. Satisfacer las demandas de un suministro eficaz se ha convertido en una prioridad, y a los importadores se les exige que cumplan unas normas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) cada vez más estrictas.

 

Esto no sólo fomentará las innovaciones en las entregas, sino que tendrá un impacto significativo en las aduanas, que deben garantizar que el creciente cambio hacia las «entregas al día siguiente» se gestione de forma eficaz. Se prevé que el sector de la última milla alcance una valoración de 477.700 millones de dólares en 2031, y corresponderá a las aduanas garantizar que la naturaleza cambiante del comercio transfronterizo no desborde la capacidad del Estado para facilitarlo. Debe hacerse mayor hincapié en el mantenimiento de la fluidez operativa y la rapidez en el proceso de autorización. Un rendimiento constante en lo que respecta a la velocidad de despacho crea un flujo y un impulso que pueden ser muy beneficiosos para la gestión de la capacidad del país, así como para la generación de ingresos. La clave estará en afinar los procesos centrales de autorización para incluir métodos que sean lo suficientemente sólidos como para permanecer inamovibles en medio de los inevitables acontecimientos mundiales y los cambiantes comportamientos de los consumidores. Para lograrlo, hemos empezado a ver una inteligencia proactiva a través de un enfoque digital basado en datos que se apoya en el acceso a datos globales y constantemente actualizados para lograr avances significativos en la racionalización del flujo de mercancías.

 

Transferencia de conocimientos entre el sector privado y el público

 

 

Para abordar con éxito los temas de tendencia que supondrán un desafío para las aduanas en 2023 y mantener el delicado equilibrio de maximizar el rendimiento de los procesos aduaneros al tiempo que se garantiza su calidad, las autoridades aduaneras tendrán que cualificar e integrar las herramientas adecuadas, colaborando para ello con el sector privado. El sector privado puede ayudar a las aduanas a crear capacidad a nivel interno aplicando sin problemas estas herramientas dentro de los procesos existentes, al tiempo que transfiere de forma transparente y continua los conocimientos que permiten y potencian el mejor uso de las mismas. Este esfuerzo conjunto entre el sector público y el privado será el siguiente paso para hacer realidad el enfoque digital basado en datos de los procesos aduaneros.